30/06/2022
Durante los meses de verano, es fundamental conocer una serie de consejos para evitar que el consumo eléctrico se dispare en el hogar.
Aire acondicionado
El aparato de aire acondicionado debe ser de unos 25 grados. Por debajo de esta temperatura, aumenta el gasto eléctrico de forma exponencial sin ninguna necesidad. Se calcula que por cada grado menos de temperatura, se incrementa en un 6% el gasto de energía.
Instalar un termostato inteligente es una gran idea ya que regula la temperatura de manera automática y mejora la eficiencia energética. Es muy importante elegir una buena ubicación para el termostato, ya que factores como una corriente de aire o el calor del horno pueden desvirtuar la medición.
Stand-by
Para conseguir un ahorro efectivo en el consumo de electricidad, es importante evitar dejar los aparatos en stand-by: televisión, microondas… Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE), entre un 7 y un 11% de la factura de luz promedio de un hogar tiene que ver con el consumo fantasma. La forma más sencilla de reducir este tipo de consumo es utilizar regletas que tengan interruptor de encendido y apagado.
Electrodomésticos en vacaciones
Al salir de vacaciones durante varios días o semanas, lo más aconsejable es desconectar todos los electrodomésticos y aparatos electrónicos por seguridad, y también para reducir el consumo eléctrico. El frigorífico es el electrodoméstico que más consume en el hogar, el coste de tenerlo en funcionamiento oscila entre los 3,5 y los 7 euros al mes, según datos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Por supuesto, la secadora, la lavadora y el lavavajillas deben quedarse totalmente vacíos para evitar olores. También hay que dejar abierta la puerta de estos aparatos y, en el caso de la secadora, también hay que vaciar el depósito donde se condensa el agua.
Aislamiento
Aunque es uno de los consejos más básicos para conseguir el confort térmico en el hogar durante los meses de verano, hay quienes se olvidan de bajar las persianas y correr las cortinas en las horas centrales del día. Por las noches, cuando baja la temperatura, lo mejor es abrir las puertas y ventanas para que entre el aire.
Instalar ventanas de PVC con doble acristalamiento y cámara de aire es una de las mejores inversiones que se pueden hacer en una vivienda. Este tipo de ventanas aíslan del frío en invierno y del calor en verano, así como del ruido.
Bombillas de bajo consumo
Las bombillas de bajo consumo, tal y como su propio nombre indica, tienen un consumo energético entre un 50% y un 80% más bajo que el de las bombillas tradicionales. Una de sus principales ventajas es que iluminan con la misma intensidad y, además, tienen una vida útil más larga.
De todas las bombillas de bajo consumo que existen, las LED son las mejores ya que consumen hasta un 80% menos de energía que las halógenas. Además, no se calientan y están disponibles en una gran variedad de temperaturas y colores en el mercado.
Colores claros
Teniendo en cuenta las altas temperaturas del verano, se puede aprovechar para pintar la casa. Lo mejor es hacerlo en colores claros, como el beige, el gris piedra o el blanco roto. Este tipo de colores, además de reflejar la luz natural y dar sensación de luminosidad, también amplían visualmente el espacio.
Los textiles son muy importantes en el ámbito de la decoración, y en esta época del año lo mejor es apostar por tejidos naturales como el lino y el algodón. Las plantas también pueden ayudar a refrescar el ambiente y reducir el consumo eléctrico en verano.